lunes, 8 de agosto de 2011

Cuidados Cannabicos, Parte 1 -La Germinación-


Bienvenidos sean a la primera parte de esta guía en la que les daremos toda la información necesaria para criar y cuidar sus plantas de Marihuana. Esta guía esta enfocada al cultivo Indoor (de interior) y la dividiremos en tres partes: La Germinación, La Fase Vegetativa y la Fase de Floración.

Comencemos con las cosas que necesitaras para hacer germinar a tu semilla:
-Agua Mineral (sin gas) a temperatura ambiente, aunque también puedes usar agua de la llave, siempre y cuando la hallas dejado reposar durante una noche entera, para que se evapore todo químico potencialmente dañino para la semilla
-Una tasa, donde pondrás la semilla para que germine
-Un plato, para tapar la tasa
-La semilla
Continuamos la primera parte de esta guía, tras el salto.

Recuerda siempre limpiarte muy bien las manos y todos los materiales antes de manipular la semilla. No queremos que se infecte y muera. Si fumas cigarros, es buena idea no hacerlo cerca de la semilla ni de las plantas, la nicotina es altamente toxica para las plantas (y para ti también).
Y cuando dejes reposar el agua, usa el triple del agua que entra en la tasa, te podría ser útil mas adelante.

Ahora si, ¡manos a la obra! Coloca tu semilla en la tasa con agua, esta debería de flotar sobre la superficie. Deja mas agua reposando hasta mañana, te podría ser útil. Luego debes tapar la tasa con el plato. Procura que no llegue luz a la semilla. ¿Porque? La semilla, durante el proceso de germinación, requieren de agua y calor, pero no les debe llegar luz. Esto lo hacemos para recrear el proceso natural de la semilla, que al encontrarse bajo tierra, consigue la temperatura y la humedad necesaria para germinar.
Debemos colocar todo el conjunto en un lugar con la “temperatura amigable” para nuestras semillas, que van entre los 24ºC y 30ºC. Ejemplos: Sobre tu televisor, sobre el gabinete de tu computador, o en tu pieza, si es que esta a esa temperatura. Si la dejas cerca de una ventana, adiós semilla. Ahora déjala reposar por veinticuatro horas.
Después de tu sueño reparador y de hacer todo lo que haces cada día, ve a ver a tu semilla. Ahora debería encontrarse en el fondo del vaso, pero si aun esta flotando, no te preocupes. Revuelve el agua suavemente con tu dedo limpio y la semilla se hundirá. Esto suele suceder debido a pequeñas burbujas de aire. Pero si tu semilla aun flota, le puedes cambiar el agua (¿Dejaste otro vaso con agua reposando cierto?) y taparla nuevamente por unas ocho a doce horas. Si después de ese tiempo, la semilla sigue flotando, puedes plantarla si quieres, pero no te aseguro nada.
Tu semilla debería ahora tener una especie de “ramita”, que es nuestra planta diciéndole hola al mundo. Tómala con delicadeza, y plantala en tu recipiente favorito (vaso plástico, masetero pequeño, etc), a un centímetro o dos de profundidad con la “ramita” hacia abajo. Haz algunos hoyos en el fondo del vaso y dale agua con moderación. Recuerda que ahora es una plántula (planta pequeña), por lo que necesita agua, pero por su tamaño debes darle una cantidad pequeña. Dale solo agua mineral (sin gas) o agua que hallas dejado reposar. Ahora pon el vaso en tu indoor, con luz a unos veinte o treinta centímetros. El ciclo de luz recomendado para esta fase es de 18 horas de luz y 6 de sombra.
Después de la primera vez que le diste agua, espera dos o tres días antes de darle de nuevo. Hay una diferencia entre mantener la tierra húmeda y mantenerla mojada. Mantén la tierra húmeda. Tu planta debería aparecer en diez días o menos. Cuando puedas ver las primeras hojas verdes, pon a tu retoño en un lugar con temperatura amigable y aire fresco (tu pieza, por ejemplo, al menos que no tengas aire fresco). Rocía las hojas de la planta con agua mineral, para que se acostumbre al cambio del invernadero a un ambiente mas agresivo.
Ahora solo debes cuidarla y tener mucha paciencia.

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